1º
REYES 17:8-24: Vino luego a él Palabra
de Jehová, diciendo:
Levántate, vete a
Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda
que te sustente. Lc.4;25,26.
Dentro de
esta historia Bíblica se encuentra una de las promesas que aun sustentan mi
vida y familia. ¡DIOS ES FIEL!
Vers.14: Porque Jehová
Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite
de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de
la tierra.
Cuando las
malas épocas arreciaban; la promesa sustentaba, fortalecía, levantaba la fe, la
esperanza; abría puertas, ¡DIOS ES BUENO!
Este es
parte de mi testimonio; pero ahora hablemos de esta viuda sin nombre. Ella; (al
igual que yo, o quizás tú que lees) no pertenecía a Israel, ella no estaba
dentro de las promesas de Dios, ni siquiera lo conocía. Pero, ¡Dios sí la
conocía a ella y a su hijo!
Y había dado
una orden a su pueblo de que nunca se atrevan a afligir a una viuda y a un
huérfano; Ex 22;22 pero no especificaba si ésta tenía que ser
israelita, o no.
Entonces, Dios que es el maestro de los
maestros y autor de todos los sistemas educativos, empleó una técnica de
demostración para que todos aprendamos la lección: Las viudas, y sus hijos,
los huérfanos, están protegidos por Dios.
El Señor
conocía el corazón de esta mujer, y su escasez de recursos, pero aún tenía algo
que ofrecer a un siervo suyo, por eso le dio la orden de que lo sustente; Él
sabía que ella tenía un corazón generoso, porque Él mismo se lo había dado, y
ella era obediente a ese sentir de su corazón.
Así también
Dios conoce tu corazón y el mío, por eso nos pide ciertas cosas que a veces es
lo único que tenemos; y si obedecemos en dar “eso” que nos pide; ¡ÉL LO
MULTIPLICA Y NUNCA FALTA!
¡DIOS NOS
AMA!
¡Atrévete a creer, nunca serás defraudado!
Dios te bendiga!
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