domingo, 26 de marzo de 2017

NOEMÍ (suegra) RUT (nuera)



RUT 1; 16: RESPONDIÓ RUT: NO ME RUEGUES QUE TE DEJE, Y ME APARTE DE TI; PORQUE A DONDEQUIERA QUE TÚ FUERES, IRÉ YO, Y DONDEQUIERA QUE VIVIERES, VIVIRÉ. TU PUEBLO SERÁ MI PUEBLO, Y TU DIOS MI DIOS.

Este es el texto principal y el mas usado en el libro de Rut para las prédicas pastorales y también como promesa de fidelidad en los anillos de bodas.
Es uno de los mas pequeños libros del Antiguo Testamento; porque  tan solo ocupa tres hojas, y está seguidamente después  del libro de los Jueces y antes de 1º Samuel. Hago todas estas aclaraciones, con la intención de guiarles cuando lo busquen para leer esta hermosa historia, que si bien pareciera ser una mas, entre las miles que se encuentran en la Santa Biblia; es también un libro muy rico en enseñanzas diversas aplicables a nuestra vida diaria.

Esta declaración de la nuera de Noemí es de suma importancia, para todo lo que sucedió y recibió después. También es cierto, y no menos importante, es que ella, pasó a formar parte de la familia que  Dios usó, para traer al mundo a nuestro Señor Jesucristo; porque Obed, fue el abuelo del rey David; y Jesús era del linaje, o sea, descendiente de  David. ¿Quién fue Obed?
Lean el pequeño libro y lo sabrán.

Todavía seguimos en el mes de las mujeres, por eso voy a enfocarme en hablar de Noemí y de Rut.

De Rut, (la moabita) siempre se habla de su humildad, del amor hacia su suegra,(algo insólito para muchos); se habla también de su obediencia incondicional a los consejos de ésta; (cosa que le trajo grandes bendiciones) y se nos muestra a Rut como un ejemplo a seguir para recibir grandes bendiciones aquí en la tierra y también la vida eterna.

Pero de Noemí, se dice que ella y su esposo hicieron mal en irse de su pueblo sin pedir consejo pastoral. Pero la historia dice que: era el tiempo de los Jueces y había hambre sobre Israel: (Rut 1;1). Entonces deduzco que casi no había gobierno; porque el libro de los Jueces termina diciendo que cada uno hacía lo que bien le parecía. (Jueces 21;25). Era normal que se fueran callados sin consultar a nadie, porque no había nadie a quien consultar.

Después de vivir allí diez años, Noemí se encontró totalmente desbastada: sin marido, y sin sus dos hijos; y para colmo era responsabilidad de ella sus dos nueras. (así era la tradición)
Noemí no tenía posibilidades, por que estaba viviendo sus años altos, era anciana,  carecía totalmente de ayuda alguna, y de recursos; (no existía las pensiones para las viudas);  aunque tenía su casa, y sus tierras en su pueblo: Belén. Porque había una ley desde Moisés que las posesiones de tierras eran para los descendientes de cada familia; por eso regresa a su pueblo.
¿Pero, de que sirve tener una extensión de tierra, si no hay quién la trabaje y coseche sus frutos? y es desesperante no poder trabajar, porque se carece de fuerzas debido a los años que se llevan vividos. Por eso éstas dos mujeres formarían parte de los mas pobres del pueblo y vivirían prácticamente de la mendicidad. Rut, que era joven, podría ir a los campos a seguir a los cosechadores para recoger lo que a ellos se le cayera; porque ésa es otra de las leyes que Dios le dictó a Moisés: (Deuteronomio;24;19: Cuando siegues tu mies en el campo, y olvides alguna gavilla en el campo, no volverás para recogerla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.)

¡PERO DIOS TENÍA PLANES DE BIEN PARA ELLAS! ...
¡PLANES DE CUMPLIMIENTO INMEDIATO Y TAMBIÉN ETERNALES!

Este descubrimiento, me lleva a reflexionar que no somos conscientes de las implicancias eternas que pueden tener nuestras vidas, nuestras decisiones diarias. (un día a la vez)
Pero una cosa es segura; que si escuchamos la voz de Dios y obedecemos sus mandamientos, sus consejos, dados muchas veces por personas que se preocupan por nuestro bienestar; siempre habrá recompensa: inmediata, a mediano, y a largo plazo. DIOS ES FIEL!

Aconsejo leer el libro de Rut y meditar en él, pidiendo al Espíritu Santo que les traiga revelaciones precisas según sea vuestras necesidades.

Te damos gracias Señor, porque eres Bueno, y todo está bajo tu control, aunque no entendemos tu obrar, y muchas veces el dolor no nos deja ver que caminas a nuestro lado.
Bendícenos con tu Presencia y revelaciones conforme a nuestras necesidades, supliendo todo lo que nos hace falta; en el nombre de Jesús. amen!













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